Wright, adelantándose décadas a su época, empleó innovadores muebles modulares y una planta abierta de oficinas para aumentar la productividad del espacio de trabajo. El edificio administrativo también fue uno de los primeros que tuvo aire acondicionado en todas las oficinas en los Estados Unidos.
Tal vez la característica más conocida del edificio administrativo son las columnas del gran salón de trabajo. Wright las llamó “dendriformes”, aludiendo a su forma de árbol, aunque muchos se refieren a ellas como cojinetes de lirio dada la forma única de los cojinetes de soporte. Las columnas tienen solo 23 centímetros de diámetro en la base, que aumentan a 5,6 metros de diámetro en la parte superior.
A pesar de su belleza, no todos compartían el optimismo de Wright en cuanto a que las columnas eran una buena idea. Al principio, la Comisión Industrial de Wisconsin se negó a aprobar los planos del edificio, diciendo que pensaban que el diseño de las columnas no era realista. Pese a ello, Wright no se desalentó.
En 1937, supervisó un experimento de integridad estructural. Cientos de espectadores y el mismo H.F. se reunieron para observar la espectacular prueba de campo. Al final, las columnas demostraron su valía. Soportaron una carga de sesenta toneladas, diez veces superior a la exigida. La construcción fue aprobada.