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H.F. Johnson, Jr. inspiró el futuro de SC Johnson con creatividad y ciencia

“Algunas decisiones son solo para los valientes”. Estas palabras de H.F. Johnson, Jr., líder de la tercera generación de nuestra compañía, resumen las diferentes maneras en que influyó en la historia de SC Johnson. 

H.F. fue nuestro primer químico con educación formal y le dio un rigor científico a nuestras líneas de productos. Encabezó una expedición al Amazonas en 1935 que cambió la manera en que pensamos en la responsabilidad. Dio a conocer la compañía, con decisiones visionarias como la contratación de Frank Lloyd Wright para que diseñara nuestras oficinas centrales. Además, dedicó toda una vida a celebrar la dignidad del espíritu humano.  

Fue, definitivamente, un líder valiente. Las influencias de H.F. siguen vivas actualmente en la compañía de su familia.

Herbert Johnson, Jr., líder de la tercera generación de SC Johnson

H.F. Johnson, Jr., líder de la tercera generación.

H.F. Johnson, Jr. fue el primer químico de SC Johnson

Herbert F. Johnson, Jr., conocido como “H.F.”, era aún adolescente cuando vio a la compañía transformarse de la venta de pisos a una extensa variedad de productos para el cuidado del hogar. Los productos para automóviles, en particular, como Stop Squeak Oil, Hastee Patch y Radiator Cement, estaban ayudando a crear un nombre en el que las familias podían confiar.

Después llegó Freeze Proof. Su propósito era proteger los radiadores de los automóviles Modelo T, pero de hecho el producto los disolvía. En 1918, SC Johnson adquirió casi 500 radiadores inservibles que nuestros productos habían destruido.

Anunció de 1918 para Freeze Proof de Johnson
Después de que Freeze Proof destruyera 500 radiadores, H.F. fue enviado a la universidad a estudiar química.

Herbert F. Johnson, padre, quien dirigía a la compañía en esa época, se dio cuenta de que era un requisito tener a un químico en la compañía. Por lo tanto, envió a su hijo, H.F., a Cornell University para que estudiara esta ciencia. Cuando H.F. regresó en 1922, fue el primer químico graduado que había tenido el negocio. 

Construyó un laboratorio en el baño de un viejo edificio de oficinas y le dio una nueva importancia a la investigación y el desarrollo en el trabajo de la compañía. Fue un compromiso que no ha vacilado desde entonces. H.F. luchó toda su vida por la calidad de los productos y el valor de la ciencia y la tecnología, tanto en el laboratorio como en la fabricación. 
 
Como recordaría su hijo, Sam Johnson, “Fue el padre de la tecnología en Johnson Wax. A medida que nuestro negocio se ve cada vez más impulsado por tecnologías que cambian rápidamente, somos afortunados de que nos haya puesto en el camino de la ciencia hace mucho tiempo”.

A medida que nuestro negocio se ve más impulsado por tecnologías que cambian rápidamente, somos afortunados de que [H.F.] nos haya puesto en el camino de la ciencia hace mucho tiempo.
Sam Johnson, líder de la cuarta generación de SC Johnson

SC Johnson emprendió pasos audaces bajo H.F. 

En 1928, Herbert murió repentinamente y dejó a H.F., de solo 28 años, al mando de la compañía. Poco tiempo después, comenzó la Gran Depresión, que asoló la economía estadounidense y perjudicó a los negocios por doquier. 
 
Muchas compañías perdieron ventas y dejaron de crear nuevos productos. Sin embargo, H.F. siguió adelante y la ciencia tuvo un rol importante. Con el apoyo de sus inversiones en investigación y desarrollo, la compañía creó una revolucionaria cera autopulidora, llamada Glo-Coat. Se convertiría en uno de nuestros productos más populares y duraderos.   
 
Primero, debíamos lograr que las personas lo probaran. Fue aquí donde la valentía de H.F. fue fundamental. Autorizó el envío de cerca de medio millón de pintas (¡sin pedidos!) a los establecimientos minoristas de la compañía en los Estados Unidos. Invitaron a las tiendas a vender el producto o devolverlo por cuenta y gasto de la compañía. 
 
El producto funcionó de maravilla y la publicidad nacional ya generaba demanda. Como relató agradecidamente un libro sobre la historia de la compañía: “Durante la Depresión, cuando no se podía vender maní, las tiendas vendían Glo-Coat”. 
 
El éxito de Glo-Coat demostró que un producto superior podía prosperar incluso en tiempos económicos difíciles, y fortaleció aún más nuestro compromiso con la investigación y el desarrollo, que sigue vigente en la actualidad.

Herbert Johnson, Jr. encontró el éxito con el producto Glo-Coat de SC Johnson durante la Gran Depresión.
Con tecnología exclusiva y mercadotecnia innovadora, Glo-Coat se convirtió en uno de los productos para el cuidado de pisos de mayor éxito de la historia.

La historia de SC Johnson está llena de las decisiones audaces de H.F. Johnson, Jr.

Además de asegurarse de que SC Johnson fabricara productos que funcionaran y que estuvieran basados en buenos principios científicos, H.F. fue un visionario del marketing que conectó el nombre Johnson con la calidad, la creatividad y la aventura. 
 
En primer lugar, estuvo su decisión de patrocinar el popular programa de radio “Fibber McGee and Molly” en la época dorada de la radio. Durante las décadas de 1930 y 1940, el exitoso programa llegó a tener hasta 20 millones de radioescuchas por semana, y se intercalaban expertamente menciones de nuestra compañía y nuestros productos. 
 
Después vino la expedición de 1935 al noreste de Brasil. Allí, H.F. buscó nuevas fuentes de palmas de carnaúba para los productos de la compañía, y la oportunidad de desarrollar nuevos métodos de extracción y refinamiento de la cera. Más tarde diría que el viaje cambió su vida. 
 
Después llegó la atrevida decisión de contratar al arquitecto Frank Lloyd Wright para que diseñara las oficinas centrales de la compañía en Racine, Wisconsin, y, posteriormente, nuestra Torre de Investigación. La revista Life promocionó a nuestro edificio administrativo como “arquitectura estadounidense genuina” y un modelo de lo que deparaba el futuro. Para H.F., fue simplemente un gran diseño, creado para inspirar grandes productos. 

H.F. inspiró a SC Johnson para un propósito más alto

Tal vez la decisión más audaz de H.F. tuvo lugar a principios de la década de 1960, cuando la Feria Mundial de 1964 comenzaba a tomar forma en Nueva York. 
 
A diferencia de otras compañías que exhibían productos en salones industriales, H.F. quería compartir una visión de paz y la dignidad de la experiencia humana. El resultado fue el teatro The Golden Rondelle y nuestra película premiada por la Academia, To Be Alive!.
 
Pero este es solo un ejemplo del humanismo de H.F. También es recordado por encabezar los beneficios para empleados introducidos bajo su liderazgo, como un plan de pensión en 1934, un resort para empleados en 1951 y un seguro médico integral en 1961.
 
Como alguna vez escribió Sam acerca de H.F.: “Creía en la bondad de la creatividad individual y en la dignidad del hombre y de la mujer. También pensaba en la comunidad de manera muy similar. Con frecuencia decía: ‘Cada comunidad donde operemos debe convertirse en un lugar mejor por nuestra presencia,’ aunque sea solo para estar seguros de que entendemos.”

Vacas lecheras pardas suizas donadas a Fortaleza, Brasil, por Herbert Johnson, Jr.
Después de ver que los niños de Fortaleza, Brasil, no tenían leche fresca, H.F. envió 11 cabezas de ganado pardo suizo a la comunidad.
H.F. Johnson Jr., estableció la Escola Johnson en 1960
A principios de la década de 1960, H.F. estableció la Escola Johnson en Brasil para los niños locales. En la actualidad, tiene 1300 alumnos.

El espíritu de aventura se convirtió en parte de nuestra compañía familiar

Hoy en día hablamos de la teoría “Adentro/afuera” de H.F., de que no podemos tener un ambiente saludable en la compañía si no tenemos un ambiente saludable en la comunidad. Este concepto guía nuestras actividades filantrópicas y de voluntariado en todo el mundo.

H.F. fue, antes que nada, un hombre de negocios. Sin embargo, algo que quizá lo defina mejor, a lo largo de su vida fue un aventurero. Ya fuera al lanzar un producto nuevo, probar una nueva estrategia publicitaria o viajar por el mundo, H.F. vivía la vida al máximo. 
 
En la película Carnauba: Memorias de un hijo,, Sam menciona que H.F. vivía cada día de su vida como una pequeña aventura. Si no la encontraba, la provocaba. 
 
En parte, este es el espíritu que atrajo a Sam a seguir en 1998 los pasos de la aventura brasileña de su padre. Ese viaje le permitió apreciar aún más a su padre y los papeles que todos los padres representan para sus hijos. 
 
Como le gustaba decir a Sam, una gran compañía requiere un gran espíritu. H.F. se aseguró de crear un gran espíritu en SC Johnson, y es uno que seguimos teniendo hoy en día.

Herbert F. Johnson, Jr. en la cápsula espacial Mercurio en McDonnell Aircraft
Siempre aventurero, H.F. se sienta en una cápsula espacial Mercurio durante una visita a McDonnell Aircraft a principios de la década de 1960