Tras la Segunda Guerra Mundial, aunque la compañía ya se había expandido a muchos mercados mundiales, el padre de Sam, H.F., se mostraba escéptico sobre la apertura de operaciones en Italia. Pero cuando Sam visitó Italia a fines de 1950, encontró en todas partes la pasta dental Colgate y los detergentes Lever.
Él recuerda: “¡No nos dimos cuenta! O, en el mejor de los casos, nos dimos cuenta tarde... En ese momento juré que nunca llegaría tarde a un mercado.” A partir de ese momento, Sam lideró la compañía durante un período excepcional de expansión global, incorporando operaciones desde Ghana hasta Grecia, desde Turquía hasta Tailandia y desde Chile hasta China.
Sam se convirtió en el presidente de la compañía en 1966, y asumió el cargo de presidente de la Junta Directiva el año siguiente. Siguió capitalizando la herencia de su padre, su abuelo y su bisabuelo. Su decidida búsqueda de innovación, adquisiciones estratégicas y expansión global impulsaron sus logros. Valiéndose de productos nuevos y populares, llevó a la compañía a más de 65 países, distribuidos en seis continentes.