Cada ingrediente contenido en los productos de SC Johnson se somete al riguroso programa Greenlist™. Este programa de base científica, incluye una evaluación en cuatro pasos que comprende el análisis de peligros y riesgos. Toma como referencia la recopilación de los datos más relevantes y se rige por nuestro compromiso de mejora continua de nuestros productos.
La evaluación en cuatro pasos, que ocupa un lugar central en el programa Greenlist™, aplica los siguientes criterios:
Si un ingrediente supera los cuatro pasos, pero no alcanza el nivel más alto de cada uno de los criterios, los resultados pueden ser utilizados por los científicos de SC Johnson para buscar opciones de ingredientes más convenientes. Esto impulsa a nuestros científicos a utilizar ingredientes cada vez mejores en la reformulación de productos existentes o del desarrollo de otros nuevos.
Elegimos cuidadosamente los ingredientes que superan cada uno de los pasos de nuestro proceso de evaluación en cuatro pasos. Existe un pequeño porcentaje de casos en los que el ingrediente de mayor disponibilidad (como, por ejemplo, el ingrediente activo de un insecticida) puede no superar uno de estos pasos. Si esto sucede, se somete a una evaluación de riesgos para determinar el nivel seguro para las personas y para el medio ambiente; posteriormente, aplicamos las medidas de precaución adicionales correspondientes.
La evaluación de riesgos utiliza un factor de seguridad incorporado que asegura que la concentración del ingrediente sea muchas veces menor que la concentración más baja que podría impactar la salud humana o el medioambiente.
En algunos casos, la evaluación puede mostrar que la concentración del ingrediente en el producto sería más baja que el nivel aceptable, lo cual lo haría admisible para su uso en nuestros productos. En otros casos, puede que optemos por la eliminación total del ingrediente, buscando cómo podemos reemplazarlos con una alternativa que la ciencia validada pueda comprobar como una mejor opción. El envase, las instrucciones de uso u otras características también pueden ser alterados para mitigar la exposición.
El primer paso, y quizás el más fundamental en la evaluación de cuatro pasos de Greenlist™ observa si cualquier tipo de evidencia científica válida indica que un ingrediente pudiera causa afecciones de salud crónicas en seres humanos. Esto incluye evidencia de exposición que haya causado cáncer, impactos que afectan a la reproducción o al desarrollo, mutagenicidad o trastornos endocrinos. Dada la gravedad de estos impactos y el alto nivel de preocupación que pueden causar en los consumidores, se consideran como una prioridad en nuestra evaluación.
Nuestras fuentes de datos para el Paso 1 incluyen:
Los ingredientes superan esta evaluación si cumplen con nuestros criterios y se categorizan como Aceptables o Mejores. Nuestro compromiso con la mejora continua incluye buscar oportunidades para pasar de Aceptables a mejores, cuando sea posible. Si algún ingrediente no cumple con alguno de dichos niveles, da lugar a una evaluación de riesgos según se explicó anteriormente.
Tomamos muchas medidas de precaución con el Paso 1, y la gran mayoría de los ingredientes que usamos lo aprueban. De los pocos ingredientes que reprueban, que tienden a ser ingredientes en productos como los insecticidas, establecemos un factor de seguridad que es más de mil veces menor que el nivel más bajo que podría impactar la salud humana o el medioambiente.
Un indicio de un riesgo por sí solo no significa que un ingrediente no deba utilizarse. De hecho, muchos químicos que se encuentran en la naturaleza contienen componentes peligrosos y tóxicos. Por lo tanto, la evaluación de riesgos del producto es un paso que se requiere para comprender la exposición y determinar si un riesgo puede ser mitigado en el desarrollo del producto y cómo mitigarlo.
Liderar un diálogo sobre lo que hay en el interior
SC Johnson realiza un esfuerzo constante y concertado para divulgar detalles sobre los ingredientes de sus productos. Por ejemplo, fuimos la primera gran compañía de productos de consumo en revelar el 100 % de los ingredientes de las fragancias en una colección de productos para ilustrar que un producto con ingredientes sintéticos puede formularse de modo que excluya los carcinógenos que se encuentran en la naturaleza.
El segundo paso en la evaluación de cuatro pasos de Greenlist™ evalúa si los ingredientes tienen el potencial de ser persistentes, bioacumulativos y tóxicos, lo que también se conoce como “PBT”. Se trata de buscar ingredientes que persisten en un ambiente, se acumulan dentro de las personas u otros organismos y resultan tóxicos para la vida marina y de agua dulce.
Nuestras fuentes de datos para el Paso 2 incluyen:
Al igual que el paso 1, cualquier indicación de ser un PBT hará que un ingrediente repruebe la evaluación, lo cual desencadena una evaluación de riesgos del producto, conforme se explica en las páginas 8 a 9. Esto incluye cumplir con uno de los tres criterios (P, B, o T) o uno de los criterios para ser muy persistente y muy bioacumulativo (very persistent and very bioaccumulative, vPvB), al analizar datos de la Unión Europea, Estados Unidos o Canadá. Los criterios de vPvB son más estrictos que los criterios de PBT y reflejan ingredientes que poseen una vida media mucho más larga.
En lugar de los efectos a largo plazo, como los analizados en los Pasos 1 y 2, el tercer paso en la evaluación de cuatro pasos de Greenlist™ analiza los problemas que causan posibles efectos a corto plazo. Estos impactos agudos van desde la irritación de la piel o la liberación de compuestos orgánicos volátiles (Volatile Organic Compound, VOC) en el aire hasta la toxicidad para organismos acuáticos.
Nuestras fuentes de datos para el Paso 3 incluyen:
Los pasos 1, 2 y 4 de la evaluación de Greenlist™ poseen las categorizaciones de ingredientes como “Aceptables” y “Mejores”, las cuales se basan en la cantidad de evidencia científica que existe para respaldar la categorización.
Sin embargo, para los efectos agudos, existe consenso científico de que hay grados de impacto. Basándonos en esto, para el Paso 3, utilizamos tres categorías: “Aceptable,” “Mejor” y “el Mejor”. Esto concuerda con las mejores prácticas científicas. Por ejemplo, nuestros criterios de biodegradabilidad siguen los estándares ampliamente utilizados de la OCDE. Irritación/corrosión siguen el Sistema Globalmente Armonizado (Globally Harmonized System, GHS) de Clasificación y Etiquetado de Sustancias Químicas, el cual constituye un conjunto de datos robusto y reconocido a nivel internacional.
El uso previsto de algunos de nuestros productos también influye en la evaluación de ingredientes. Por ejemplo, queremos que nuestros insecticidas sean tóxicos para los insectos pero seguros para los humanos. Por lo tanto, para ciertos ingredientes, cuando se utilizan en ciertos productos, se permiten diferentes niveles de impacto.